Hay varios factores de riesgo que influyen en la aparición de un prolapso pélvico:

  • Edad
  • Factores genéticos
  • Embarazos
  • Partos, tanto vaginales como cesáreas
  • Cirugías pélvicas (de la región abdominal y/o perineal)
  • Obesidad
  • Estreñimiento, esfuerzos físicos repetidos
  • Actividad física de impacto (aeróbic, correr, abdominales clásicos, …)
  • Problemas respiratorios crónicos como bronquitis, alergias…

Estas vísceras puede presentar diferentes grados de prolapso:

  • Grado I: se puede notar que la vagina es más pequeña y puede ocasionar molestias durante la penetración y cierta dificultad para insertar tampones.
  • Grado II: se siente un peso dentro de la vagina, sobre todo cuando se está cansada y al realizar un esfuerzo. La penetración puede ser molesta o dolorosa, y los tampones se salen de la vagina.
  • Grado III/IV: alguno de los órganos se sale de la vagina. La mujer necesita introducirlo para orinar y defecar. Resulta difícil la penetración.

En los prolapsos de grado I y II es en los que mejores resultados obtenemos con la fisioterapia ya que con la rehabilitación conseguimos reducir y/o detener el descenso del prolapso. En cambio, el grado III/IV es quirúrgico ya que el órgano está totalmente prolapsado en el exterior de la vagina pero, a pesar de ser quirúrgico es importante fortalecer mediante la fisioterapia del suelo pélvico todas las estructuras musculares para así evitar que vuelvan a caer. Siempre teniendo en cuenta que la fisioterapia interviene en los casos de prolapsos leves.

En esta página web queremos facilitar una orientación sobre la fisioterapia, en ningún caso pretendemos hacer un diagnóstico médico de su patología. Para más información se puede poner en contacto con nosotros a través de la web o por teléfono.